domingo, 2 de septiembre de 2018

El amor ese viejo neón.



Nº de páginas: 136
Editorial: Aguilar
Año de publicación: 2017


SINOPSIS

Antología de poemas de amor y desamor de Karmelo C. Iribarren, influencia y referente fundamental de toda una nueva generación de poetas.

La poesía de Karmelo C. Iribarren está teñida de calle y de bar, de amor y soledad, pero sobre todo de noche. Karmelo y su poesía crecieron detrás de una barra, en medio de sus horas de trabajo como camarero, y esa experiencia ha teñido todas sus letras de un aroma a ginebra de garrafa y a madrugada triste. Su poesía traspasa la experiencia para adentrarse en la poesía de lo anodino, de lo descarnado e incluso de la «desexperiencia», de lo que no fue, no se vivió o no se amó.

El amor, ese viejo neón
al que aún se le encienden
las letras.

La crítica ha dicho...

«El poeta salvaje que nació en un bar (...) Poemas cañeros, ácidos, desencantados, tiernos, cotidianos, auténticos».
El Mundo

«Los poemas de Karmelo C. Iribarren están llenos de miércoles cualquiera, de parejas que han dejado de quererse y se esquivan por los pasillos de casa, de cruces de miradas en un bar que tienden puentes».
El Español

AUTOR



Karmelo C. Iribarren, (San Sebastián, 1959) fue fontanero, vendedor de enciclopedias y camarero en una residencia de ancianos. Pero sobre todo fue el tabernero sombrío del Akerbeltz, según se mira al fondo de la Parte Vieja de Donosti, a la izquierda, un antro inolvidable de cuando entonces, tiempos duros, sexo, droga, terrorismo de ETA y rock and roll (“yo no era un barero simpático, no tenía ganas de hablar con la gente”). Allí, tras la barra, en los tiempos muertos, Iribarren escribía. 

Tiene varios libros de poemas como "Ola de Frío", "La ciudad", "Las luces interiores". 


OPINIÓN PERSONAL 

De niña y adolescente me encantaba la poesía. Escribía y leía a partes iguales. Un día rompí con la lectura de versos cargados de emociones aunque nunca he dejado del todo de escribir a modo reflexiones en mi web (www.svpsicologos.com). De vez en cuando necesito filtrar palabras que para algunos no dirán nada pero para muchos seguro que si. Al fin y al cabo eso es la poesía, hilar sentimientos y verdades detrás de palabras.

Encontrar a Karmelo Iribarren ha sido un renacer, porque leyéndolo (en una sola noche) he recordado que siempre amé la poesía. Poesía cotidiana, desgarradora y mordaz, capaz de hacerte soltar una lágrima y una sonrisa. Poesía a la que me he vuelto a enganchar. Gracias Karmelo. 






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