Esta historia es cortita y muy sencilla de entender, genial para los más pequeños. En ella se explica que el amor, no se puede medir.
La pequeña liebre le pregunta a su padre si sabe cuánto lo quiere y a partir de ahí intenta compararlo con cosas para explicarle que le quiere más.
Me parece una historia fácil para empezar a tratar la cuantificación del cariño con los pequeños. Es de ilustraciones grandes y muy tiernas.
Yo le tenía echado el ojo y estas navidades lo encargamos a Papá Noel.
Nº páginas: 40
Editorial: KÓKINOS 1998
Imprescindible en la biblioteca de los futuros lectores.
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